Kristi Noem acusó a Kilmar Ábrego: Pandillero, traficante de personas y abusador doméstico

La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, hizo el viernes varias acusaciones contra Kilmar Ábrego García, el migrante salvadoreño que fue deportado por el gobierno estadounidense y que ahora enfrenta cargos por tráfico de personas.

Noem lo calificó como un presunto miembro de la pandilla MS-13, traficante de personas y abusador doméstico en serie.

“Durante los últimos dos meses, los medios de comunicación y los demócratas han quemado hasta el último vestigio de credibilidad que les quedaba al glorificar a Kilmar Ábrego García”, declaró Noem en una publicación en X.

“Hoy, Estados Unidos de América confronta a Kilmar Ábrego García con evidencia abrumadora: un gran jurado lo acusa de tráfico de personas, incluidos niños, y conspiración. A este salvadoreño le espera justicia”, afirmó.

Las declaraciones de Noem ocurrieron poco después de que el Departamento de Justicia revelara cargos criminales contra Ábrego por supuestamente transportar migrantes indocumentados desde Texas hacia otros estados, en una operación que habría comenzado en 2016. Según los fiscales, el acusado habría realizado hasta un centenar de viajes como parte de una red con presuntos vínculos con la MS-13.

Ábrego tenía un estatus legal que lo protegía de ser expulsado del país y, pese a las órdenes de la Corte Suprema y de tribunales federales, las autoridades se negaron durante semanas a facilitar su regreso, lo que provocó denuncias de una “crisis constitucional”.

Fue finalmente devuelto a Estados Unidos tras permanecer varias semanas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, una prisión denunciada por organizaciones internacionales por graves violaciones a los derechos humanos.

La fiscal general, Pam Bondi, confirmó que el retorno se logró mediante una orden de arresto enviada al gobierno de Nayib Bukele.

“El debido proceso implica tener la oportunidad de defenderse antes de ser castigado, no después”, respondió el abogado defensor Simón Sandoval-Moshenberg, quien denunció la actuación del gobierno como un abuso de poder.

Defensores de derechos humanos aseguran que Ábrego huyó de El Salvador tras recibir amenazas de la pandilla Barrio 18 y vivía legalmente en Maryland desde hacía más de 10 años. Su deportación formó parte de un polémico acuerdo entre Washington y San Salvador que derivó en la reclusión de migrantes, sin proceso judicial, en cárceles salvadoreñas a cambio de financiamiento estadounidense.

Ábrego permanece ahora bajo custodia federal. De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 20 años de prisión.

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